Durante un partido de la 4ta división del infanto juvenil entre Racing y La Sarita, jugado en el Fortín Académico, se produjo una grave agresión en el vestuario. Al finalizar el encuentro, Costanza Pelegrí fue empujada por la madre de un jugador del club local, lo que provocó que se golpeara el rostro y el brazo contra una puerta. También se encontraba el padre, quien ingresó al vestuario, lo que generó aún más preocupación por el nivel de violencia y el cruce de límites en un ámbito que debería ser seguro para todos.
Ante este hecho, los árbitros de la Liga Reconquistense decidieron no dirigir más partidos del infanto juvenil hasta que se garantice la presencia de policías o seguridad privada.