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Una vez más, la bajada de línea desde arriba vuelve a marcar el pulso en el interior. La Federación Santafesina y la Liga Reconquistense recibieron el mensaje claro de Toviggino y Chiqui Tapia: alinearse o quedar afuera del reparto. Nada nuevo bajo el sol del fútbol nacional, donde el consenso muchas veces se construye más por presión que por convicción.
El comunicado difundido por la Federación no deja lugar a dudas: un apoyo masivo, sincronizado y casi calcado al liderazgo de Pablo Toviggino, presentado como respuesta a supuestas amenazas y campañas de desprestigio. Se enumeran presidentes de ligas, delegados, dirigentes y asambleístas de todo el país, todos firmando en bloque para ratificar que acompañan “el rumbo federal” impulsado desde la AFA.
El mensaje es simple y contundente: unidad total detrás de la conducción. Un respaldo que, más que espontáneo, suena a gesto obligado en un escenario donde el que no firma, lo perjudican. NO LES IMPORTA NADA. ESTÁN DEMOSTRANDO QUE ELLOS TIENEN EL PODER.
El comunicado busca mostrar fortaleza, pero también expone la dependencia del interior frente a las decisiones centrales. Una estructura que se cierra sobre sí misma y que responde con dureza ante cualquier crítica. En definitiva, otro recordatorio de cómo se ejerce el poder en el fútbol argentino: desde arriba hacia abajo, sin margen para la disidencia.
